domingo, 23 de agosto de 2015

LOS MEDICAMENTOS MAS DEMANDADOS PARA AUTOMEDICACION

Analgésicos:
Las cifras disponibles sobre el consumo de estos medicamentos nos indican una exposición masiva de la sociedad a los analgésicos en todos los grupos de edad y para una amplia muestra enfermedades.

Cuando se abusa de estos fármacos o se utilizan de forma indiscriminada sin control por un profesional pueden ocasionar efectos adversos graves relacionados con el aparato digestivo o riñón.



Antibióticos:
Los antibióticos son solicitados por los propios pacientes en la consulta, incluso a pesar de un diagnóstico médico infeccioso que no precisa de su uso.

Otros reutilizan un envase previo guardado en el botiquín casero o van directamente a la farmacia, piden una marca conocida y se la autoadministran ellos o a sus hijos.

Asimismo, según un estudio europeo comparativo reciente, España se encuentra entre los países con mayor grado de automedicación con antibióticos y de acopio de los mismos en el hogar de Europa.

En relación a ello, España muestra registros muy desfavorables de resistencia a antibióticos, especialmente en patógenos bacterianos de ámbito extrahospitalario.

Por todo ello el Ministerio de Sanidad y Consumo inició la campaña en el año 2006 “Uso responsable de Antibióticos. Usándolos bien hoy, mañana nos protegerán.”, con la colaboración de médicos, odontólogos, farmacéuticos y enfermeras. 

NO SE DEBEN UTILIZAR ANTIBIÓTICOS SIN ESTAR PRESCRITOS POR UN MÉDICO

Otros medicamentos también utilizados como automedicación son:
  • Antisépticos tópicos
  • Suplementos vitamínicos y minerales
  • Antigripales y antitusígenos
  • Digestivos, laxantes, antiácidos y antiflatulentos

Debemos recordar que aunque los medicamentos de venta libre o EFP tienen menos riesgos, no están exentos de ellos y hay que utilizarlos con precaución.

PELIGROS DE LA AUTOMEDICACION

Según datos de una Encuesta Nacional de Salud, la automedicación representa un 15% del consumo de medicamentos del sistema sanitario público y que más de la mitad de las personas consumen fármacos a pesar de “encontrarse bien”.

Es frecuente la consulta al conocido o familiar sobre fármacos que le “han ido bien o mal” frente a un problema. Es importante tener en cuenta que cada persona reacciona de forma distinta ante un mismo fármaco y que además, las características de su enfermedad no son equiparables a las de otro paciente.

Los peligros más frecuentes de la medicación se resumen en:
  • Aparición de toxicidad en forma de efectos secundarios, reacciones adversas e intoxicación.
  • Dependencia o adicción.
  • Interacciones con otros medicamentos. La asociación de medicamentos puede ser peligrosa.
  • Falta de efectividad por no estar indicados en esa enfermedad, dosis inadecuada o tiempo de administración incorrecto. Esto es especialmente preocupante con los antibióticos de los que se tiende a abusar en casos no indicados (por ejemplo una gripe), creándose mecanismos de resistencia del organismo frente a bacterias habitualmente sensibles.

  • Pueden enmascarar o alterar otra enfermedad dificultando el diagnóstico o facilitando un diagnóstico erróneo. Por ejemplo, el uso habitual de corticoides tópicos en problemas cutáneos en los que no está indicado.
  • Otro dato relevante a señalar es que el consumo de fármacos por cuenta propia aumenta con la edad, con los peligros que entraña la mayor interacción y la sobredosis ya de por sí más frecuente en pacientes ancianos.
  • Existe un grupo de fármacos como son los antibióticos, los antiinflamatorios y los analgésicos donde existe un consumo importante y en muchas ocasiones sin una indicación adecuada.

BENEFICIOS DE LA AUTOMEDICACION




No todos los aspectos de la automedicación son negativos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) si se hace de una forma responsable puede ser una forma de atención válida en los países desarrollados. Es decir, no toda la automedicación es inadecuada por sí misma, el objetivo a conseguir sería la promoción de una automedicación responsable en la medida de lo posible.

La consecuencia positiva sería la solución de problemas banales de salud de forma autónoma y complementaria a la labor del médico, evitar el colapso y sobreuso de los recursos sanitarios cuando no son necesarios e incrementar la autonomía y responsabilidad personal en el cuidado de la salud. Para ello es importante:

  • Enseñar a automedicarse. Es fundamental enseñar, aconsejar y educar por parte de los médicos.
    • Información sobre la enfermedad del paciente, su gravedad, duración y posibles complicaciones.
    • Aconsejar sobre el uso de los tratamientos: para qué sirve el fármaco, dosis y frecuencia de administración, efectos adversos, duración del tratamiento, qué hacer si no hay mejoría o hay agravamiento.
    • Educar sobre: qué hacer en otras situaciones similares, fármacos que puede o no puede tomar, signos de alarma, favorecer la colaboración y la comunicación del paciente.
  • A la hora de tomar un fármaco:
    • El consumo del mismo debe tener una duración limitada. Si los síntomas no mejoran, aparecen otros nuevos o empeora se debe consultar con el médico.
    • Se debe leer y conservar el prospecto de todos los medicamentos.
    • Conservar los medicamentos en su embalaje original. Prestar atención en información importante como la fecha de caducidad y el modo de conservación. El embalaje protege el medicamento y garantiza su